--¡Jaimito, levántate que vas a llegar tarde a clases!
Jaime se levanta a regañadientes, va al baño a cumplir con sus necesidades sólidas, se viste y baja a desayunar.
--Jaimito, ¿tienes todo pronto para la escuela?
--Si, mama.
--¿Pusiste el almuerzo en la mochila?
--Si, mama.
--¿Pusiste la cartuchera nueva en la mochila?
--Si, mama.
--¿Pusiste la 22 de papa en la mochila?
--Si, mama.
Ambos madre e hijo terminan de desayunar y parten en una caminata hacia la institución escolar que el hijo acude.
--¿Si tu maestra te ayuda con algún trabajo que le dirás Jaimito?
--Muchas gracias maestra.
--¿Si le quieres pedir algo prestado a un amigo que le dirás al pedírselo?
--Por favor.
--¿Y si alguien viene a prepotearte que harás?
--Saco la 22 y le pego tres tiros al pecho.
-¡Ese es mi Jaimito!
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