“Maradona tendrá un hijo”
Esta es la frase que tituló todos los medios de prensa deportiva del mundo en el día de ayer.
--¡Al fin! ¡Al fin! ¡Siempre soñé con tener un varón! ¡Alguien a quien entregarle mi posta en el mundo del futbol! Pensé que se me iba a dar antes, pero me salieron dos nenas…que las quiero no…-- comenta Maradona a los medios deportivos mientras un par de gangsters le entregan dos paquetes con forma de ladrillo con un misterioso polvo blanco dentro.
Enseguida, todos los presidentes de los equipos más importantes del mundo viajan a la Argentina y el agente del “10” pacta una reunión con todos ellos. La misma tiene lugar en una sala con una larga mesa donde Maradona se sienta en la cabecera y los prestigiosos presidentes a lo largo de la misma.
El presidente del Manchester United se para:
--Yo ofrezco 7 millones de euros por el futuro bebe de Diego más un contrato con cifras superiores al de Cristiano Ronaldo—
Todos miran a Maradona, quien parece seducido por la oferta.
--Yo oferto 14 millones de dólares en efectivo—dice el presidente de la Juventus mientras abre un tentador maletín lleno de billetes verdes (el emisario de Miramar Misiones se escapa por la puerta trasera pues ve que ya está fuera de carrera).
El presidente del Bayern Munich exclama en voz alta:
--21 millones de dólares y todos los chocolates que puedas comer--.
El gordo Maradona parece interesarse, pero se ve distraído porque la persona más oscura de la sala se para desafiante:
--Yo represento al Alzheim de Qatar y oferto 33 millones de euros por el hijo de Maradona.
Todos los presentes quedan anonadados por las cifras que maneja el grone. Cuando unos gigantes dientes blancos contrastando con la intensa oscuridad del rostro se comienzan a ver en el esbozo de una amplia sonrisa por parte del emisario de Qatar; el presidente del Real Madird se para, riéndose:
--Ese bebe ya es mío. Te doy 50 millones de euros Diego.
La sala se hunde en un profundo silencio. Quienquiera que entre en este momento juraría que se trata de una sala velatoria. Todos los presidentes comienzan a hurgar en sus billeteras pero ninguno parece capaz de pelear con los números del presidente merengue. El “10” se para:
--Bueno, parece que esta es la oferta fina…--
Las puertas de la sala se abren de par en par y parado bajo una tenue luz aparece un petiso, gordito, de anteojos negros.
--100 millones de euros—anuncia Francisco Casal.
La transacción se realiza esa misma tarde. La cuenta de Maradona aumenta en 100 millones de euros y Paco tiene en su propiedad la ficha de los espermatozoides más caros del mundo. Todo firmado.
Esa noche Casal acompaña a la mujer de Maradona a hacerse la ecografía como si se tratara de su propio hijo. Mientras el feto se mueve en la pantalla Paco se lo imagina con la camiseta del Chelsea puesta haciendo goles en todos los arcos del mundo.
--Tengo algo que informarles—anuncia el ginecólogo—lo que en la anterior ecografía pensé que era el pito es en realidad un pedazo de mierda flotante. ¡Van a tener una niña!
La cara de Paco.