--El presidente Fructuoso Rivera quiere invitaros a ustedes a comer y beber a orillas del gran arroyo en Tacuarembó—le dijo el emisario al jefe indio.
--¡Muchachada!—gritó el jefe indio hacia su tribu-- ¡Hoy comemos gratis!
Un festejo y griterío unánime surgió por parte de todos los presentes pero es difícil descifrar si fue por la reciente invitación o porque Vaimaca Piru había logrado invitar a salir a la chica de la quien gustaba.
Horas más tarde, Rivera y sus colegas compartían un voluptuoso asado con los indios. El jefe indio, Pi-Tocorto, se sirvió un nuevo vaso de vino (después de la doble cifra había perdido la cuenta) y mientras se apoyaba en el presidente le preguntó:
--Fruki, ¿te -hip- sirvo un vaso de -hip- vino?
--No Pi-Tocorto, te agradezco pero no puedo mezclar porque estoy tomando antibióticos.
--¿Qué te -hip- pasa?
--Estoy con anginas en la garganta.
--¿Vaginas en la -hip- garganta? Puaa, sí que esta buena la vida del -hip- presidente…
En las siguientes horas los indios siguieron chupando como esponjas y los orientales rechazaban el vino porque, misteriosamente, todos tenían anginas. Cuando ya no había indio que podía quedarse parado sin recostarse sobre otro, el presi alzó la voz y dijo:
-- Pi-Tocorto, ven, tengo otro juego que enseñarte.
-- ¿Cuál?
-- Kill the Indians.
-- Uhhh in inglish -hip- me encantan los juegos -hip- in inglish. ¿Cómo se juega?
--Así.
Rivera sacó su revólver y le disparó tres balas al pecho de Pi-Tocorto. Sus camaradas comenzaron a jugar a Kill the Indians con el resto de la tribu. Parecía divertido el juego. Al cabo de unos minutos no había indio que podía permanecer parado (pero esta vez no por el vino, sino porque todos estaban desangrándose).
--Bien—dijo Fructuoso—mañana matamos a los seguidores de Oribe, y el viernes nos vamos a Punta de vacaciones.
Desde ese día este arroyo lleva el nombre de Salsipuedes.
--¡Muchachada!—gritó el jefe indio hacia su tribu-- ¡Hoy comemos gratis!
Un festejo y griterío unánime surgió por parte de todos los presentes pero es difícil descifrar si fue por la reciente invitación o porque Vaimaca Piru había logrado invitar a salir a la chica de la quien gustaba.
Horas más tarde, Rivera y sus colegas compartían un voluptuoso asado con los indios. El jefe indio, Pi-Tocorto, se sirvió un nuevo vaso de vino (después de la doble cifra había perdido la cuenta) y mientras se apoyaba en el presidente le preguntó:
--Fruki, ¿te -hip- sirvo un vaso de -hip- vino?
--No Pi-Tocorto, te agradezco pero no puedo mezclar porque estoy tomando antibióticos.
--¿Qué te -hip- pasa?
--Estoy con anginas en la garganta.
--¿Vaginas en la -hip- garganta? Puaa, sí que esta buena la vida del -hip- presidente…
En las siguientes horas los indios siguieron chupando como esponjas y los orientales rechazaban el vino porque, misteriosamente, todos tenían anginas. Cuando ya no había indio que podía quedarse parado sin recostarse sobre otro, el presi alzó la voz y dijo:
-- Pi-Tocorto, ven, tengo otro juego que enseñarte.
-- ¿Cuál?
-- Kill the Indians.
-- Uhhh in inglish -hip- me encantan los juegos -hip- in inglish. ¿Cómo se juega?
--Así.
Rivera sacó su revólver y le disparó tres balas al pecho de Pi-Tocorto. Sus camaradas comenzaron a jugar a Kill the Indians con el resto de la tribu. Parecía divertido el juego. Al cabo de unos minutos no había indio que podía permanecer parado (pero esta vez no por el vino, sino porque todos estaban desangrándose).
--Bien—dijo Fructuoso—mañana matamos a los seguidores de Oribe, y el viernes nos vamos a Punta de vacaciones.
Desde ese día este arroyo lleva el nombre de Salsipuedes.
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