miércoles, 25 de marzo de 2009

El Peor Enemigo del Hombre



Si uno lo mira desde un punto de vista espiritual, el peor enemigo del hombre podría ser para muchos, la muerte. Desde un aspecto religioso el peor enemigo del hombre podría ser el Diablo. Si uno se remite a la historia de Adán y Eva, se puede decir que el peor enemigo del hombre es la mujer. Con esto estoy de acuerdo, pero en parte: yo estoy convencido que el peor enemigo del hombre es el escote.

El maldito escote. Un invento que a simple vista puede parecer algo tan divino, tan sensual, tan perfecto. ¡Pero no! El escote es el arma más seductora y manipuladora que una mujer tiene sobre un hombre. Un buen escote tiene tanto poder sobre un hombre como un ventrilogo tiene sobre su muñeco. Un escote poderoso le puede decir a un hombre hipnotizado (hipnotizado de tanto mirar el escote), “Anda, y tirate de ese precipicio de treinta metros de altura”, y a los tres segundos el hombre ya va a estar desangrándose en el fondo del precipicio. Estamos condenados al poder del escote.

Pero hay escotes muy malvados. Porque las mujeres que los usan son malvadas. Son esas mujeres que tienen bien claro dónde está su armamento pesado y toda su vestimenta gira en torno a ello. En otras palabras, ¡mujeres que siempre están escotadas! Mujeres que se juntan a tomar el té entre ellas y están escotadas; van a construir una casa a un cantegril y están escotadas; ¡van a un velorio y están escotadas! ¿¡Porque?! ¿Por qué nos hacen esto?

Yo estoy desarrollando una teoría sobre el origen del escote y llegué a la conclusión de que aparte de la manzana prohibida, el escote es el arma más poderosa creada por las mismísimas manos del Diablo para desviar al hombre de su correcto camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario